lunes, 20 de junio de 2011

No queríamos dormir,
nos queríamos comer el mundo.
No podíamos dejar de
estar a solas ni un segundo.

Ida y vuelta de la cama
a la alfombra voladora.
Nos bastaba con dejar pasar,
dejar pasar las horas.
Horas, horas,
colgados como dos computadoras.
Horas, horas,
meta echar carbón en la locomotora.

Recorriendo aquel edén
de sólo dos metros cuadrados.
¿Que será de aquel colchón,
de aquel colchón tan maltratado?

Allá íbamos tu y yo llevados
por el remolino, nos dejábamos
caer, caer, caer
hacia el destino.

No queríamos dormir,
nos queríamos comer a besos.
No queríamos dejar de cometer
ni un solo exceso.

Nos venía a saludar en
el balcón la luna llena.
Nos bastaba con dejar morir,
dejar morir la pena.


Si tuviera frío, se que me taparías con tus brazos.
Si tuviera hambre, se que me darías de tu comida.
Si tuviera sueño, se que te prestarías como almohada.
Si llorara en frente tuyo, se que me consolarías.
Si escribiera cosas sin sentido y aburridas,
se que me prestarías tus palabras.


Porque mi vida, nuestras vidas..
empezaron a tener más sentido cuando estuvimos juntos.
Cuando nos empezamos a amar uno al otro,
a descubrirnos, a entendernos.

Porque ahora que sos mi vida,
ahora que sos la razón por la cual
mi razón es feliz; puedo decir
que mi vida no era nada antes de vos
y no sería nada si vos no estuvieras en ella.

Porque te amo con locura y desesperación,
porque sos mi esposo perfecto,
porque soy la loca molesta,
porque se que me vas a tratar de amar
a tu manera.. que es por la cual
yo estoy con vos.
Porque necesito de tus sonrisas,
tus caricias, tus abrazos, tus besos y de tus enojos tambien..
aunque no lo creas.
TE AMO Y VOY A HACER
LO POSIBLE PARA QUE VOS SEAS LO MÁS FELIZ QUE PUEDAS.